diciembre 20, 2007

Yo soy Homero

Alguna vez quise mirar más allá de mis propios pasos, lejos, tanto como la negrura que se pierde sobre la capacidad de mis ojos. También, alguna vez quise mirar muy adentro, tanto más adentro, adentro, donde se configura todo aquello que me hace ser yo, y es, y entonces YoSoy.


Ya saben, aquellas eternas preguntas: de dónde vengo, quién soy, hacia donde voy. Se me ocurre una cuarta muy ligada a la segunda y de hecho a veces ambas se confunden: por qué estoy aquí. En ese punto estoy ahora. Pienso en el destino o en un dios, o en una gran formula matemática que tiene que ver con las premisas de la tesis, síntesis y antítesis que se vuelve una nueva tesis y así hasta el infinito, venidas de un infinito diametral. De igual modo estas se multiplican inconmensurables y escapan a todo razonamiento o artilugio creado por la humanidad. Ya saben, se dice que los caminos de Dios son extraños, pero, ¿de qué dios hablan? Según sé hay muchos. ¿O no?


Pero me he desviado del punto en un marasmo de palabras que no me llevan sino al principio.


Yo crecí en una casa con un jardín lleno de azucenas y, entre ellas, jugaba a que era Héctor y que escapaba al designio de los dioses al derrotar a Aquiles. Ahora sé una cosa, sólo una: he de morir, lo he dicho miles de veces y lo seguiré diciendo. Entonces Aquiles gana. Héctor pierde.


Aquí la cosa estriba en una respuesta, que por su sencillez y petulancia, parece descabellada: yo escribí, yo escribo, yo escribiré la Iliada.


Yo soy Homero, yo soy Homero, yo soy Homero.


Tengo los hilos del destino en mis manos, como el viejo escritor que no pudo hacer otra cosa que entregarse al arduo e inútil trabajo de hacer las historias, porque no fue capaz de enfrentarse a la vida con aquel inconsciente estoicismo con el que lo hacen los simples y hermosos mortales. Estoy pecando de presunción.


Se lo dije por primera vez a una muy querida amiga, con unas cervezas en un billar cerca de la escuela. Ese día hablábamos de poesía y amores imposibles y sueños comunes e incertidumbres pesarosas, pero por lo mismo, esperanzadoras.


Los planetas, el sol, las estrellas, las constelaciones, todos los espacios, todos los tiempos, todo el universo, todo el infinito, y, en fin, todos los dioses… conspiraron para que yo estuviera AQUÍ y AHORA. Todo, absolutamente todo. Si eso no vale un pequeño y pretencioso atisbo de ingenua presunción, entonces yo no sé qué cosa lo valga. Soy dios, por la gracia de Dios, dice un viejo teólogo.


Yo sólo sueño historias que quiero pegarme a la carne y al alma para darles vida, quiero ser Héctor y Aquiles, quiero ser la montaña del asceta, quiero ser el Átrida y el nudo gordiano, quiero pararme junto a Leonidas y esperar la muerte con la espada en la mano, quiero ser Atreyu cayendo de la torre de marfil, quiero estar al lado de Alejandro y de Napoleón y de los niños de San Petersburgo sobre la nieve, con un estúpido cartucho en la recámara y con las órdenes de no volver jamás. Quiero ser, ser, ser y ser.


Ser un simple hombre, un niño al que, como a Tomás, le pregunten. ¿Qué quieres ser de grande? Y responder: Quiero ser feliz. Y al momento de morir, irme en paz con la grandiosa tranquilidad de que algo, un pequeño grano de mostaza o de arroz o de maíz o de trigo, le dio significado al tiempo, sólo al tiempo.


Ya lo había dicho alguna vez: el mundo es nuestro y…VAMONOS ANDANDO, QUE LA INFINITUD AGUARDA.




Finale Presto, All...

3 vistazos por la ventana:

AtHiNyA dijo...

Ser Ser y Ser.. hay muchas formas de ser, pero también hay formas que no dejan ser.. Confórmate con SER, porque sí, ERES, y pocos son..

UMA dijo...

A veces te veo como un espejo lejano, en el que me miraba llena de certidumbres y poderìo y otras tantas (las màs) como una inùtil utòpica e incomprendida hasta el silencio.
Otras veces te leo desde mi hoy y es como que caigo en la cuenta del tiempo que llevo desperdigando vida y sonrisas y felicidad...
Yo no querìa ser nadie cuando era pequeña, escribìa diarios personales y luego los quemaba porque los sueños mutaban.
Siempre he mutado.
Un abrazo, Travije, usted debe ser un gran orador para las noches en vela:)
Va mi abrazo

caracol dijo...

me quedé hasta el final. de oir y de leer...
Me gusta mucho leerte. No sé qué decirte, pero ... como que me atrapa lo que escribes...

He disfrutado!!

Felices Fiestas! Y un excelente próximo año para ti, de mucha vida.

 
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