enero 26, 2008

Tengo unas ganas locas de morir

me dije,
hoy,
al despertar.

enero 24, 2008

¿Y los marcianos?

El empeño por descubrir, por sabernos solos y la audacia de creerlo. Todo en un mismo recipiente. Y hasta foto hay para demostrarlo.

Tomada por la NASA en marte (pero es montaje)

Habrá resesión económica; guerrilleros escapan de las FARC, entre ellos varios niños. Viene el peso del tiempo en tamaños insospechados, de formas indestructibles. No puedo evitar la rabia de pensar en los ruinosos vestigios de tantas civilizaciones y la hondura del cielo en esta noche tan llena de luna.

Mis manos no son las mismas ni las líneas que las cruzan. Pienso en el eco del poder que pregonan de sí mismos algunos hombres, y la resonancia es nada más y nada menos que el final de su pregón; porque siempre hay final.

Tengo frío y la mantita que me cubre huele a fresas. Hay guitarras sobre la transparencia del aire que respiro, guitarras playeras y y y y y pienso en la vida de los marcianos. En todos los cuerpos agazapados en esta noche con el ojo tras la mira del arma y las mujeres que se detienen el cabello antes de entrar a las bañeras, las que duermen solas y sueñan ser amadas, los que duermen acompañados y no saben más que odiar; los que no duermen y, metidos en los antebrazos de la noche, buscan un destino desconocido tras de otras fronteras.

Y huele a fresas y las guitarras son tan felices y fiesteras y violentas y qué bien se está aquí, y ahora mismo.
Y los marcianos allá.
Y pues y.

enero 12, 2008

Sobre los días

Los martes me gustan para salir a tomar café a solas y leer el periódico en una banca, hace frío y oscurece pronto, eso lo vuelve más estertóreo, como que las cosas se tornan veloces o no se hacen, de hecho los periódicos son para leerse así, más cuando te saltas la sección de deportes y prefieres los anuncios clasificados, de donde salen, a veces, buenas historias.

Y los jueves son genuinos, creo que es el día más genuino de todos, aunque he de acotar que mi día favorito es el martes. Los jueves me gusta ir al parque y ver como las parejas se besan, las palomas bajan y los perros se malorean corriendo de acá para allá. La noche del jueves voy a tomar café en compañía y es genial porque haces planes para el fin y no es fin, porque parece que todo se aplasta de tan cotidiano y siempre hay sonrisas que lo salvan, los jueves son días de compartir, los jueves son hermosos.

Y los miércoles son como cursis, no me pregunten por qué, los miércoles son de aire y hasta parece que el cielo se pone rosa en el atardecer y es cuando “menos” tráfico hay, cuando más personas van a los cines y cuando más restaurantes se llenan de señoras que hablan como artistas de telenovela, los señores se ponen a ver el noticiero en las fondas y los chicos y chicas se invitan a comer a sus casas. Me gusta cocinar cuando estoy con alguien, es bonito ese rito de preparar cosas y el amor y el empeño que pones en ello, porque sabes que al final eso tan rico lo compartirás con ese alguien. Detesto, odio, me entristece cocinar a solas. Pues eso, que los miércoles son para invitar a comer a las personas especiales. Es cuando descubro que no importa que vaya a morir algún día, es delicioso, es irresistible, es grandioso el sabor ese que provoca el estar vivo.

Los sábados son bien bonachones. Casi siempre me despierto resacoso, acompaño a mi mamá al mercado ambulante por frutas y verduras o al súper y me voy aliviando poco a poco del ingrato derroche de la noche anterior. Es un día de leer en el patio con Mardí mordiendo su pelota. De ver pelis y recibir visitas y sentarse en el techo con una manta a ver como se mete la luz.

Porque los viernes son cosa aparte y no me gustan mucho. Hay algo como en el código genético que dice que los viernes son para la fiesta, y si no tienes a dónde ni con quién ir te deprimes mucho, y si sí, pues está bien, sí, pero si el lugar o el reven o la peda están de la mierda todo va mal, los viernes son azarosos y eso está bien cuando tienes diez y ocho años, a mi edad como que ya no va uno por ahí sin saber a dónde ni con quién terminará, ya me da flojera.

Los domingos son divinos literal y literariamente hablando. Domingo, hasta tiene su canción: este domingo es especial domingo, la vida lo colmó de actividad, hoy todos los relojes sonaron a las cinco, la cuadra es un trajín que viene y va.
Los domingos soy un niño y salgo en la bici y voy al Tehutli o a la loma a en bici, siempre en bici, o me voy a lago a comer birria o voy al bosque a ver partidos de básquet y la luz es impresionante, los azules son tan intensos que queman, parece que los hombres son más grandes y las mujeres mas hermosas y felices. A veces voy a algún lugar cerca de la ciudad a comer cosas grasosas o a meter los pies en el agua. A Veces sólo conducimos y hablamos y cantamos y todo parece recién pintado “Taller donde el sol puso residencia”… "Y ensancha las ventanas y las puertas”, el aprendiz de brujo. Es como si los domingos Dios bajara a caminar por las calles y los prados; ese día hasta la cosa más horrenda se viste con cierto matiz de hermosura porque Dios es un señor importante y es bien placentero halagarlo de vez en cuando. Domingo enamorado.

¿Los lunes? Los lunes me pongo a contar las cosas, por eso los lunes para mí son bien importantes (lo digo porque los lunes de repente se me sienten)

Silvio Rodriguez -...

enero 11, 2008

Te ves maravillosa esta noche

Carver bien pudo se feliz de vez en cuando y entonces escribir algo tan precioso como esto.

Es tarde en la noche y se pregunta qué ropa usar, se maquilla y peina su largo cabello rubio, luego pregunta “¿crees que me veo bien?”, yo digo “sí, te ves increíble esta noche”.

Vamos a una fiesta, todos voltean a ver a esta hermosa dama que camina conmigo, luego ella me pregunta “¿te sientes bien?”, yo le digo “sí, me siento increíble esta noche”.

Me siento fantástico porque veo el amor brillando en tus ojos y lo increíble, en todo esto, es que no te das cuenta cuánto te amo.

Es hora de irnos a casa, me duele la cabeza, entonces le doy las llaves del carro y me ayuda a la cama, luego le digo, mientras apago las luces, le digo “cariño, estuviste increíble esta noche, oh, cariño, estuviste increíble esta noche”.

Carver bien pudo saber que un baile en mitad de la sala es más bello que muchas cosas en esta tierra; pero seguramente eso no le preocupaba y sólo se dedicó a decirle a su mujer: oh, cariño, estuviste increíble esta noche, en tanto que daban vueltas abrazados, sin testigos, mientras Clapton giraba lento sus notas en el tocadiscos.

Eric Clapton - You...

enero 07, 2008

¿Qué hay detrás de las palabras?

enero 06, 2008

Librbrbros

¿Qué es esa manía que tienen algunos blogueros de poner un pequeño aviso anotando los libros que están leyendo?

enero 04, 2008

Entre el dr Atl y Santo&Johnny

Estoy recostado, de bruces sobre la cama, bajo el efecto de una luz de estrobos. Trato de incorporarme y resulta que no puedo moverme, sólo la cabeza. Giro a la izquierda y veo al cristo negro del dr Atl con un serrucho en las manos. Se acerca y comienza a serrarme por la nuca, justo del lado izquierdo. Trato de despertar y no lo consigo, no puedo moverme, él serrucha y serrucha, siento que mana la sangre, me resisto a la sensación de dolor; logro despertar, me tranquilizo, pero de nuevo la luz de estrobos me lastima, giro a la izquierda y ahí está el cristo negro del dr Atl que comienza a serrucharme por la nuca. No puedo moverme, trato de despertar y él serrucha que serrúchame el cuello.

Despierto, estoy boca arriba y no hay ninguna luz de estrobos, giro a la derecha (de bruces sería el lado izquierdo) y el cristo de Atl no está. En la radio suena sleepwalk; siento un leve cosquilleo en la nuca, justo del lado izquierdo y el sudor corriéndome por las sienes.

Sleepwalker- Johny...

 
Elegant de BlogMundi