diciembre 12, 2007

Yo nunca fui un chico hábil o hermoso

Nunca fui un chico hábil o hermoso. Todos nacimos capacitados para la grandeza, pero apenas unos cuantos son habilitados por el destino para llegar a ella. Un día alguien me preguntó que qué quería ser de grande: diputado. Diputado fue la respuesta. Ahora no lo sé. Tengo veintiocho años, unas ganas locas por una motocicleta; quiero viajar hasta tierra de fuego en bici y volver y parar frente al portón de mi casa; quiero besar todas las féminas bocas y descubrir su sabor; quiero ser ciudadano del amor como el aprendiz de brujo; quiero que mis cenizas sean regadas en el espacio. Pero creo que esas cosas no le importan a nadie, sólo a mí.

El lunes hubo una ceremonia y muchos escritores hablaron, se dijeron cosas hermosas, felicitaron a los pocos graduados, se levantaron los vasos de plástico con vino tinto y se dieron abrazos y se enunciaron palabras de futuros reencuentros y grandes empresas. Falta el general, decía el director. Pero el general llegó tarde porque había tráfico, porque no quería recibir ningún diploma y porque tenía mucha flojera. El general lloró mucho en el baño sin que nadie se diera cuenta. Bueno, ahora lo sabrán. Yo lo sé porque lo vi.

Nunca fui un chico hábil o hermoso. Dejé de mojar la cama a los ocho años; siempre le tuve miedo a los perros después de varias mordeduras sin previo aviso; a las mujeres todavía les tengo miedo; también le temo mucho a mi padre; en la escuela creían que era un estúpido porque me ponía a leer libros que ocultaba entre otros libros, los de la escuela, mientras el maestro decía sus letanías, y cuando me preguntaba algo no sabía qué responder. Siempre pensé que llegaría lejos, y aún hay tiempo, pero yo sólo quiero ir a tierra de fuego, tal vez pisar Trieste y tener una hermosa e inteligente mujer que me ame de verdad. Supongo que eso es mucho pedir, pero ya se verá.

El caso es que me gradué y no quería hacerlo. El caso es que las cosas se terminan y yo no quería que se terminaran, el caso es que mi cuerpo envejece y sólo consigo ver, con horror, que no puedo hacer nada al respecto. El segundero del reloj anda su paso diestro e inexorable. A veces esta vieja canción del aprendiz me ayuda a seguir andando, de hecho quiero que me la canten el día que muera.

Yo nunca fui un chico hábil o hermoso y, sin embargo, algo dentro de mí me dice que aún puedo serlo ¿pero cómo?

Silvio Rodriguez -...

4 vistazos por la ventana:

*Biquie* dijo...

Llevo llorando dos semanas en el baño señorito, siempre a solas y con la carga del final a cuestas. Más que hábil y hermosa me hubiera gustado ser brillante en todos los sentidos, una maestra muy del pasado me dijo que los hombres se pulen a sí mismos y llegan a ser brillantes... si es así me gustaría hacerlo, pero muchas cosas me detienen, como la pereza, la apatía, bla bla bla y así son las cosas.

Ya acabó y debemos parar de lamentarnos, o no servirá de nada el haber acabado.

Tú eres hábil y hermoso. Supongo que se escuchará trillado y muy de superación personal, pero en realidad señorito, hacía años que no conocía a nadie tan hermoso como tú, tan hábil con las palabras tan lleno de vida.

Y punto final

caracol dijo...

Yo no soy hábil, ni hermosa, pero hago como que sí, y a veces me sorprendo creyéndolo.

Si tienes ganas de irte a tiera de fuego -y en bici- por qué no hacerlo?

Es horrible graduarte, se siente feo! Un ciclo que termina, un ciclo incierto que debe empezar, un entre ciclos...

y bueno... aquí seguiré visitando a ver cómo vas.... =)

Abia Castillo dijo...

Entonces todos tuvimos algunos posts azotados, je! No creo q no creas que eres hábil o hermoso, me gusta más creer que piensas que lo eres, va más contigo. Lo que sí es q el miedo no se va fácilmente, de hecho, supongo que toda la vida le tendremos miedo a nuestros padres, las mujeres de por sí somos de cuidado jeje.
Yo sí quería graduarme, como te dije, odio no ponerle un punto final a los ciclos, es como estar en la nada, no sé...lo que sí es que me hubiera gustado no haber terminado nunca, en fin.

UMA dijo...

Pasiòn, asì le llamo yo a todo lo que nombràs Travije.
Nunca fuiste 'hàbil o hermoso' en los tèrminos que los demàs miden, uno termina creyendo que las reglas de los otros son las que miden nuestras capacidades.
Siempre habrà mejores y peores, pero la vara que medirà serà la de cumplir nuestros sueños.
Hàbil y hermoso...solemos sentarnos en la apariencia de lo que creemos que no somos,pero eso es justamente lo que incapacita, sin embargo, miles de veces te has mostrado como un orador experto, como una persona harto sensible y digna de admirar por su elocuencia.
Travije jurarìa que estas cosas te las habìa dicho, habìa leìdo este post hace tiempo y serà que estoy tan encerrada en mi concha autoflagelante que no escribì lo que pensaba acerca de este bello post.
Recuerda muchas veces que enseñamos lo que màs necesitamos aprender...Tenès muchos dones, yo me quedo con ese Travije que tanto bien me hace.
Un abrazote, cielo.

 
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