noviembre 04, 2007

Cometa a mediados de marzo

Después del cumbanchero fue un fin extraño, nadie me pidió calavera y todo fue pacifico, el frío dejó de hacer los estragos de la semana pasada. Fui a una reunión donde un tipo no dejaba de elogiar a la cerveza mexicana como la mejor del mundo, se me hizo raro porque el tipo era alemán y pues yo pensaba que los alemanes eran muy aprensivos con sus cosas, especialmente las cervezas, pues así y tal. Una reunión de esas donde todo corre con la facilidad de un papalote a mediados de marzo: sabes que todo marcha, pero, que en cualquier momento el papalote perderá su fuerza y caerá a tierra, eso no importa, eres feliz. Rostros conocidos, abrazos de esos familiares y bien recibidos, viejas anécdotas (es cuando sé que tener veintiocho años ya no es uno más uno) de viejos amigos, en verdad me sentía tan cómodo que no quería que el asunto terminara. Eso el viernes. Ayer salí a dar una vuelta en la bici y parece que todo mundo estaba en casa. Los volcanes resplandecían, la grisácea coloración del cielo de los días pasados era un azul pálido y como apenado, pero hermoso, como una gran pompa de jabón dispuesta a estallar al más mínimo respiro. Luego al teatro, “La modestia”, era la tercera vez que iba a verla., sin embargo, fue grato ver como los actores habían mejorado, que los detalles, esos sutiles, que a veces no se toman en cuenta, le daban un aire más natural, como mejor construida; también fue grato ver un lleno casi total y risas y sorpresas en el espectador, la verdad es que el espectador me caga, yo como espectador soy una mierda; ya saben, los típicos (voz engolada) “eh, me pareció que la obra mejoró, como que ya actúan los muchachos, qué bien, qué bien, entretenida, estuvo más o menos”. (Qué profundo, que manejo y sabiduría del tema, carajo). Y pues es que todos somos reeCspertos cuando de juzgar al arte se trata. En fin que fui a cenar y estoy en casa. Lo genial del fin fue que todo salió a pedir de boca, de esos días en los que el universo concierta a todo y a todos para que las cosas sean bellas y dulces y todo apunte a una felicidad de cometa a mediados de marzo.

1 vistazos por la ventana:

Abia Castillo dijo...

Qué gusto q se la haya pasado usted tan bien! aunque no recuerdo nada sobre la imposibilidad del amor en la ficción (estoy totalmente de acuerdo en ello de eso no cabe duda)y sépase usté todo lo de mediados de marzo es mejor, no por nada acá su servilleta nació por aquellos días, snif, más fines de esos con todo y cometa

 
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