enero 12, 2008

Sobre los días

Los martes me gustan para salir a tomar café a solas y leer el periódico en una banca, hace frío y oscurece pronto, eso lo vuelve más estertóreo, como que las cosas se tornan veloces o no se hacen, de hecho los periódicos son para leerse así, más cuando te saltas la sección de deportes y prefieres los anuncios clasificados, de donde salen, a veces, buenas historias.

Y los jueves son genuinos, creo que es el día más genuino de todos, aunque he de acotar que mi día favorito es el martes. Los jueves me gusta ir al parque y ver como las parejas se besan, las palomas bajan y los perros se malorean corriendo de acá para allá. La noche del jueves voy a tomar café en compañía y es genial porque haces planes para el fin y no es fin, porque parece que todo se aplasta de tan cotidiano y siempre hay sonrisas que lo salvan, los jueves son días de compartir, los jueves son hermosos.

Y los miércoles son como cursis, no me pregunten por qué, los miércoles son de aire y hasta parece que el cielo se pone rosa en el atardecer y es cuando “menos” tráfico hay, cuando más personas van a los cines y cuando más restaurantes se llenan de señoras que hablan como artistas de telenovela, los señores se ponen a ver el noticiero en las fondas y los chicos y chicas se invitan a comer a sus casas. Me gusta cocinar cuando estoy con alguien, es bonito ese rito de preparar cosas y el amor y el empeño que pones en ello, porque sabes que al final eso tan rico lo compartirás con ese alguien. Detesto, odio, me entristece cocinar a solas. Pues eso, que los miércoles son para invitar a comer a las personas especiales. Es cuando descubro que no importa que vaya a morir algún día, es delicioso, es irresistible, es grandioso el sabor ese que provoca el estar vivo.

Los sábados son bien bonachones. Casi siempre me despierto resacoso, acompaño a mi mamá al mercado ambulante por frutas y verduras o al súper y me voy aliviando poco a poco del ingrato derroche de la noche anterior. Es un día de leer en el patio con Mardí mordiendo su pelota. De ver pelis y recibir visitas y sentarse en el techo con una manta a ver como se mete la luz.

Porque los viernes son cosa aparte y no me gustan mucho. Hay algo como en el código genético que dice que los viernes son para la fiesta, y si no tienes a dónde ni con quién ir te deprimes mucho, y si sí, pues está bien, sí, pero si el lugar o el reven o la peda están de la mierda todo va mal, los viernes son azarosos y eso está bien cuando tienes diez y ocho años, a mi edad como que ya no va uno por ahí sin saber a dónde ni con quién terminará, ya me da flojera.

Los domingos son divinos literal y literariamente hablando. Domingo, hasta tiene su canción: este domingo es especial domingo, la vida lo colmó de actividad, hoy todos los relojes sonaron a las cinco, la cuadra es un trajín que viene y va.
Los domingos soy un niño y salgo en la bici y voy al Tehutli o a la loma a en bici, siempre en bici, o me voy a lago a comer birria o voy al bosque a ver partidos de básquet y la luz es impresionante, los azules son tan intensos que queman, parece que los hombres son más grandes y las mujeres mas hermosas y felices. A veces voy a algún lugar cerca de la ciudad a comer cosas grasosas o a meter los pies en el agua. A Veces sólo conducimos y hablamos y cantamos y todo parece recién pintado “Taller donde el sol puso residencia”… "Y ensancha las ventanas y las puertas”, el aprendiz de brujo. Es como si los domingos Dios bajara a caminar por las calles y los prados; ese día hasta la cosa más horrenda se viste con cierto matiz de hermosura porque Dios es un señor importante y es bien placentero halagarlo de vez en cuando. Domingo enamorado.

¿Los lunes? Los lunes me pongo a contar las cosas, por eso los lunes para mí son bien importantes (lo digo porque los lunes de repente se me sienten)

Silvio Rodriguez -...

6 vistazos por la ventana:

AtHiNyA dijo...

Ahah.. te leí y de repente me dieron ganas de tener cosas de siempre (aparte de escuela y trabajo, claro!), de esas que vuelves tradición y que significan algo, aunque sea costumbre..

Mis días no significan nada, más que lo obvio, y claro está, los lunes una flojera y ganas de regresar a viernes.. pero de ahí no paso..
Que todo esté bien, fuerte abrazo!

caracol dijo...

Se me antojó mucho pasar toda una semana contigo, y no me decido si solamente de espectadora o como partcipiante activa. Yo me quedo con los miercoles y sábados y domingos. Y los lunes, para que cuentes.

*Biquie* dijo...

Y hoy tomaremos cafe don señor señorito? porque si no es ahoraaa, será mañana jijijijiji pero ojalá sea pronto, porque que me dejes así abandonada sin más ni más... eso es imperdonable señorito.

Te quiero harto harto... sabes que sí :)

AtHiNyA dijo...

Ajá!! Con que todos tenemos muchas cosas que hacer, mi querido Travije!! Touché!!
Saludos!!!

caracol dijo...

oiga, que bonito su cambio de look, parece un algodón de azúcar aquí, y pachoncito a parte de todo... pero, cuándo va a contar algo más?

Anónimo dijo...

¿Ya leíste La semana de colores?
Jiji.
Abrazos de ésta que lo extraña :)

 
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