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El empeño por descubrir, por sabernos solos y la audacia de creerlo. Todo en un mismo recipiente. Y hasta foto hay para demostrarlo.
Tomada por la NASA en marte (pero es montaje)Habrá resesión económica; guerrilleros escapan de las FARC, entre ellos varios niños. Viene el peso del tiempo en tamaños insospechados, de formas indestructibles. No puedo evitar la rabia de pensar en los ruinosos vestigios de tantas civilizaciones y la hondura del cielo en esta noche tan llena de luna.
Mis manos no son las mismas ni las líneas que las cruzan. Pienso en el eco del poder que pregonan de sí mismos algunos hombres, y la resonancia es nada más y nada menos que el final de su pregón; porque siempre hay final.
Tengo frío y la mantita que me cubre huele a fresas. Hay guitarras sobre la transparencia del aire que respiro, guitarras playeras y y y y y pienso en la vida de los marcianos. En todos los cuerpos agazapados en esta noche con el ojo tras la mira del arma y las mujeres que se detienen el cabello antes de entrar a las bañeras, las que duermen solas y sueñan ser amadas, los que duermen acompañados y no saben más que odiar; los que no duermen y, metidos en los antebrazos de la noche, buscan un destino desconocido tras de otras fronteras.
Y huele a fresas y las guitarras son tan felices y fiesteras y violentas y qué bien se está aquí, y ahora mismo.
Y los marcianos allá.
Y pues y.
Y pues y.
1 vistazos por la ventana:
Cuando vi la foto me acordé (OBVIO!) de una de las crónicas marcianas de Bradbury, donde quedan algunos habitantes en Marte y son destruidos (según recuerdo) por error. Montaje o no, me parece extraño que todo se acerque cada vez más a estos cuentos de ciencia ficción y que yo aún no pueda ni siquiera empezar a asimilar nada de nada. Tampoco me asombra lo que debería, triste. ¿Y si ese fuera un marciano de verdad? ¿Y si desaparecieran los osos polares? ¿Qué pensarían los griegos si vieran que el mundo está al borde? Quizás en un futuro, como en este capítulo de Los Simpsons, se seleccionarán algunos seres humanos para habitar un nuevo planeta. Estoy segura que algún día habrá una cantina como la de Star Wars, con estación de servicio para las naves y toda la cosa. No sé, sólo me pongo a pensar y me siento chiquitita. Luego veo atrás y pienso que los poetas romanos creían en la inmortalidad del latín.
Pero mientras, me arrullo en la cama, vengo al trabajo, salgo los fines de semana y compro cómics que no puedo pagar. Allá los marcianos y las FARC, y la economía que se vaya al traste. Yo sigo acurrucada en mi cobija que no huele ni remotamente a fresas ni a ninguna fruta. También pienso en la vida de los marcianos y de los osos polares de vez en cuando.
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