junio 14, 2008

Time (primera parte)

Una de las únicas veces que estuve a punto de morir: Time de los chicos de Pink Floyd sonaba en el auto estéreo. Íbamos sobre la autopista del sol rumbo a playa desconocida. El auto alcanzó la ridícula velocidad de 160kmph (he escuchado decir que otros han logrado los 200kmph) En ese momento digo a los demás que Time es una rola para morir en la carretera (en serio lo dije) Luego no sé por qué (já) tuve una extraña sensación de abandono cósmico (tal vez el mal estado de la carretera (seguro fue eso y no mi tonta idea de un sexto sentido místico) y el horrorosos calor) le pregunté al Rod si había revisado las llantas (nunca se me va a olvidar el gesto de sorpresa en su rostro y el tonito de falsedad infantil de su voz) diez segundos después, no antes ni después (en verdad, diez segundos después, no antes ni después) la llanta delantera del lado del copiloto hizo un gracioso plum o plok y todo se fue a la mierda.

Hay diferentes versiones al respecto los que iban en el otro auto (laGabila, ElCarlos, Yasser y Ale) lo contaron de varias formas distintas. Me gustó mucho la versión de laGabila porque era la más real, los demás sólo fanfarroneamos. Nuestro gran conductor de carreras no dijo nada (en ese momento). Davil iba dormido. Rod, Rod, Rod hace tiempo que no sé nada de él. El coche quedó fruncido y mientras hacíamos malos chistes porque los cuatro habíamos salido vivos el Carlos nos increpaba “Muchachos, no quiero ser un agua fiestas”, “ay, qué quieres Carlos, ¿no ves que estamos muy divertidos?”, “Es que el coche se está quemando”. Y efectivamente, el coche se estaba incendiando. Se quemaba de forma tan jolibudense: lento el motor prendió la cabina y después de miles de años reventó el tanque de gasolina haciendo un estrepitoso, alucinante, endiablado y grandioso pum que terminó por quemar las cosas de Rod, nuestras compras y nuestras botellas y la gloriosa botella de JB que venía con un botellín de regalo de nuestro querido conductor de carreras.

5 vistazos por la ventana:

*Biquie* dijo...

Yo quería ir a esa playa bla. Recuerdo a la perfección que me iba a ir y me fui. Nadie me dijo nada hasta después... volví y todo era tan lleno de eso. Del pum, del coche qumado, del cuello de Rod, de las cosas perdidas.

Si hubiera ido hubiera ido en ese coche.

caracol dijo...

me gustan los parentesis dentro de parentesis. siempre.
y desde ahora, también el "jolibudense".

vivir para contarla... mucho más interesante que la historia de GM: buaj.

Anónimo dijo...

Saludos Travlje, cai por una de esas rarezas de internet, entre enlazes y link , pero mira por donde sin querer amigo , tambien soy de ese raro mundo de los '80, pink floid, emerson lake & palmer, edwar ewinter, en fin esos monstruos de la musia que ahora parecen volver a resucitar.
Leere con tiempo tu espacio colega.
Un saludo desde barcelona
sombra-del-angel

Anónimo dijo...

Oh, la casi muerte que nos une. Mis chanclas del Wal Mart también se quemaron en aquella cajuela. Y luego aquel hotel con una alberca en la que llovió, y en la que a todos nos llegó de golpe "Pude haber muerto hoy". ¡Ja! Ya ni lo puedo creer. Cariños muchos.

Anónimo dijo...

Oh, la casi muerte que nos une. Mis chanclas del Wal Mart también se quemaron en aquella cajuela. Y luego aquel hotel con una alberca en la que llovió, y en la que a todos nos llegó de golpe "Pude haber muerto hoy". ¡Ja! Ya ni lo puedo creer. Cariños muchos.

 
Elegant de BlogMundi