agosto 28, 2008

Ruidos nocturnos

Son las seis y truenan cohetes en la plaza. La guitarra me gruñe las notas que le arranco somnoliento. Me cuesta un rumor de hojas secas en el estómago pensar en el paraíso. Dejo la guitarra. Siento que el dedo gordo del pie izquierdo me rechina. Me gustaría que mi dedo rechinara en el paraíso. Mardí mueve las orejitas dormida. Pero sólo estoy semidormido. Me gustaría dormir y soñar que mi dedo gordo rechina en el paraíso. Pero sólo pasa que no hilo ni una condenada idea con mi corazón. ¿Mi corazón también rechina? Mardí ronca. ¿O los árboles muertos se extienden hasta mi pecho?

Voy a salir en la bici. Bajo sutil de la cama y Mardí se despierta.

Adiós ventanita mía.

2 vistazos por la ventana:

*Biquie* dijo...

¿Y eso? No te vayas oye...

caracol dijo...

los corazones que no se usan lo suficiente son los que rechinan, sabias? yo no se, eso dicen.
me encanta la idea de que te gruña la guitarra, dale un beso babosa a mardi, que la extraño.

 
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