agosto 14, 2008

A una nariz

Siempre estoy al filo, a un paso, a una maldita nariz de llegar a alguna parte, lo interesante es que no sé a dónde. Supongo que a todo el mundo le pasa lo mismo todo el tiempo. Esa sensación con la que uno se levanta y cree que ese día es el día de días. Luego resulta que alguien se comió el pescado que guardaste para el desayuno, que hace un calor endemoniado y que a la bici se le revienta la cadena justo a la mitad del trayecto y que comienza a llover, o que la hermosa y genial mujer con la que te quieres ir a tomar un café o a dar una vuelta por ahí se agripó. Bla.

¿O será que traigo eso de las olimpiadas muy a flor de piel y le quiero ver la medida y el tiempo a todo?

Por lo menos dejé en paz a la de M e I, dejé un poco la actitud de “¡Sí venga mundo ¿es lo mejor que tienes?!” O “¡Fuerte, cabrón destino, ¿ese es tu mejor golpe?!”

Estos días he releído la mayor parte de mis post y llego a la conclusión de que soy un pinche azotado cursi y llorón. La verdad espero, también, que nunca se me quite.

Platicaba con una viejaymuymásquerida amiga sobre esta ansiedad que me provoca el blog porque ya no se que jotas escribir. Espero que sea temporal, porque la verdad, aunque nadie me lea (luego, luego el chantaje emocional), estoy encariñado con mi pequeña ventanita. Luego le pregunté sobre qué escribir o no escribir y me dijo que dejara mis malos hábitos. A qué te refieres, pregunté. Pues sí, comenta (casi como regañándome), ese post de cosas que no se dicen, no lo digas. Me dejó rumiando un buen rato, a mí también me crispa haber dicho tanta tarugada, pero es verdad que alguna vez lo pensé y pos a lo dicho pecho, ni hablar (todavía pienso así de vez en cuando)

A eso viene lo de estar a un paso de llegar a cualquier lado. Quiero dejar el blog, quiero subir el volcán pero se me revienta la cadena, quiero tener una buena vida pero en los últimos veinte metros me reviento y alguien o algo más me gana.

Tendré que seguir entrenando.

3 vistazos por la ventana:

Iliana Pichardo Urrutia dijo...

Hola no estoy en guanajuato, aunque me gustaría.
Yo también a veces me impaciento.. pero creo que no existe ese lugar al cual llegar. No existe más triunfo que el día de hoy aunque llueva y se reviente la cadena. Qué irónico entrenar tanto sólo para vivir este momento. Supongo que no hay más que escribir porque nos gusta hacerlo. Y ya. No esperando nada. Ni reconocimientos. Ni lecturas de otros ojos.
Aunque de vez en cuando alguien nos lea y sepamos que nos entendió.

zintitulo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO CON ILIANA! ÉSTA TU VENTANA ES TU ESPACIO.

SALUDITOS,
Z.

Guillermo Carballo dijo...

A dónde quieres llegar? Si ya llegaste y no te das cuenta!!

Como esperando a Godot, el hombre siempre tiene la necesidad de estar "esperando" algo o alguien, y nunca llega.

El punto, si quieres llegar a donde quieres llegar, llega. ¿Qué tan difícil puede ser?

PD.- Todos andamos en el mismo camino, cada quien con su estrategia y ritmo, todo depende a dónde quieres llegar...y seguramente estarás condenado a lograrlo.

 
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